LO CONOCIDO NUNCA ES TODO LO QUE SUCEDE, HAY MUCHO MÁS QUE PASA Y ES POSIBLE DESCUBRIRLOredactorjosé lópez


miércoles, 22 de septiembre de 2010

nuestro viejo cine Colón

Con Miguel nos une la infancia en común, cuando entrar a la sala donde hoy él proyecta cine, era un enorme acontecimiento para nuestra edad. Y no quiero inmiscuirme demasiado en lo que el cuenta ya que el “Cabezón” tiene una característica especial que domina mejor que yo, también por que la nota es él y no yo. (pero no podré con mi genio).
Sus nueve años de Cine Club, trescientas funciones y más de 25.000 espectadores es todo un pergamino que Miguel Vernazza ha conseguido con auténtica pasión. Y dijo cuando charlamos extensamente hace unos meses, que esto fue posible “hurgando en las lejanas postales de la niñéz”. Y es cierto, porque para todos los chicos de aquella época, y digo para una gran mayoría, ir al cine era un gozo del corazón. Más tarde en la adolescencia, cuando la cosa comenzaba a cambiar y las niñas “tiraban” y los pibes con sus primeros largos comenzaban a elegir los bailes de 15, Miguelito seguía firme en las primeras butacas, fiel a su conducta abarrotada de películas. Se podría pensar que nunca salía de allí y su actitud me trajo la vez que entré al matiné a las 14 y salí a las 21, para ver una “peli” de barcos de la segunda guerra mundial. Volviendo a Miguel, cómo no iba a contestarles a sus colegas de la federación de cine clubes, en una ciudad que no viene al caso, que atento a los dichos de los concurrentes, él era el único presente que tenía el privilegio de proyectar cine en la sala donde vio la primer función de su vida. Mientras preparaba un pollo al disco en su cocina, Miguel me contaba algo que vimos al mismo tiempo, el Cine Colón metido en nuestro barrio, nuestra gran suerte, sus funciones a las dos de la tarde (con lo me gusta dormir la siesta hoy), las ligustrinas que eran una especie de galería desde la entrada que ya no existe y la boletería de madera con aspecto de pajarera, que de techo parecía tener un sombrero chino por su forma de cono. Los nombres de sus trabajadores, los hermanos Stoker, Redolatti y Raspabene, quien con su linterna enfocaba a los ojos, cuando poníamos los pies sobre el respaldo de la butaca de adelante. La bombonería de al lado se lleva la dulzura de este recuerdo junto a Vernazza, y acá meto mi “cuchara”, porque jamás olvidaré las chirolas que nos daba mi viejo para ir al cine, y algo más para comprar de Colautti, casi una religión. Miguel diría que los caramelos alpinos o el maní japonés se aprovechaba también para tirar hacia las primeras filas al producirse algún altercado de tanto en tanto. “Vimos películas pésimamente copiadas o equivocaciones del operador o maquinista dando un final anticipado – sigue Vernazza - cuando había cortes, con el pie se golpeaba el piso de parqué, costumbre de nuestra inocencia para festejar los ataques del ejército yanqui contra los indios, producto de la colonización cultural de todas las épocas”. Y sí, esto se fue quedando lejos con las películas por televisión y después las video reproductoras y hoy el DVD. Aún no se escapa de mi mente los lunes de ir a la escuela donde pasábamos por lo de Foos y el “Puchi” se nos acoplaba. Hasta llegar él contaba con múltiples ademanes y sonidos la película que ya habíamos visto, pero no nos importaba y era un disfrute más. Terminando la charla, y para que no se le queme el pollo a “Migue”, fuimos apagando las emociones y dijo, hablando de los hacedores de nuestro país, que a partir de los 90’ ellos dieron un vuelco a la cinematografía argentina quitándole vicios de acartonamiento dándole realismo a las creaciones. Que “El Nacimiento de una Nación” es un título histórico de los americanos – explicó – pues con esta película David Griffith descubrió el montaje cortando y pegando en la moviola, ya que previamente, todo pasaba por el efecto de un parque de diversiones. A partir de ahí el cine tuvo una escritura, comenzó a ser como escribir un libro, como pintar, ya era el séptimo arte”

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que grande el Cabezón !! Grande Bianchi, en la foto de la portada nos está sacando el dedo a todos???!! jajaja Un gran abrazo ....Pachina

Kela dijo...

Cuantos recuerdos... y cuanto cine... en nuestra juventud ese era uno de los principales acontecimientos sociales... y era salir y juntarnos en la "Roma" a hacer un debate enfervorizado de la peli con los amigos....
Lindas épocas.
Saludos Miguel desde la distancia y felicitaciones por perseverar con el séptimo arte que fue siempre una pasión en tu vida.

vicky dijo...

Vamos Miguel!!!
Tus recuerdos del cine de mi papi, me remueven el alma...
Los sábados a la siesta ayudaba con el plumero a las chicas que iban a limpiarlo para la noche... recuerdo a ellas también: Olga, Yolanda e Irma...

vicky dijo...

Vamos Miguel!!!
Tus recuerdos del cine de mi papi, me remueven el alma...
Los sábados a la siesta ayudaba con el plumero a las chicas que iban a limpiarlo para la noche... recuerdo a ellas también: Olga, Yolanda e Irma...

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