LO CONOCIDO NUNCA ES TODO LO QUE SUCEDE, HAY MUCHO MÁS QUE PASA Y ES POSIBLE DESCUBRIRLOredactorjosé lópez


sábado, 3 de diciembre de 2011

recuerdos de rocanrrol (1) Por José López

(Formación de Andrómeda posterior a la partida hacia España de Juan Carlos)

(1970 en adelante). Tocábamos en el salón Cosmopolita de San Jerónimo Norte, lugar donde teníamos un sentimiento especial. Don “Culiyo” Eberhardt nos contrataba directamente y nos enviaba a distintos lugares. Era el tiempo de sonar solamente a punta de rock y ninguna otra cosa, una época de cierta “gloria” para nuestra banda Andrómedas que había comenzado con viento a favor por una actuación en Canal 13 de Santa Fe que nos propulsó, dándonos el gusto de tocar lo mejor que se gestaba musicalmente en este sur argento. Y vuelvo al escenario del salón valesano, de frente a todas sus rubias y hermosas pibas acompañadas por sus respectivas madres, según se estilaba todavía, sin colegir si era mejor o peor para el divertimento de los jóvenes. Nuestras canciones iban desde algunas composiciones del grupo pasando por un potaje de Almendra, Manal, Gatos, Alma y vida entre otros y toda aquella historia tan rica de nuestra música nacional. Yo era la voz del conjunto pero además cantaban Rubén Melchiorre, Juan Carlos Noroña, y en coros Carlos Stieb pero en un tema que especialmente me apasionaba, “No pibe” de Manal, agarraba el “fierro” Sergio Ghelfi, tecladista del grupo. En esa canción dejaba el órgano a cargo del plomo que nos asistía, Rudi Melgratti, quien no sabía un pito de música pero, aleccionado por Juan Carlos en los ensayos, tenía una ínfima participación tocando una sola nota sin mover el dedo pertinente y accionando el vibrador a su momento, que le daba un color atractivo a la armonía. Demás está decir que su entusiasmo era infernal y apretar aquella tecla lo hacía saltar emotivamente. Sus pelos largos rubios batían insistentemente al sacudir de su cabeza y su rostro se ponía sonrojado como su vincha roja. En ese tiempo en que leíamos en la revista Pelo los viajes entre ácidos lisérgicos y yerbas de los cuatro de Liverpool o los Rolling Stones, le mentimos infielmente a Rudi que los porros se podían armar con lo blanco de la cáscara de banana, práctica de una vez que lo dejó mal del estómago para nunca jamás reincidir por lo que debimos pedirle disculpas, igual que cuando nuestro querido amigo se enojó al enterarse que sacamos “No pibe” del repertorio y ya no subió a ningún escenario. (Continuará)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Jose que epoca, te acordas hermanos que tiempos aquellos. muy bueno lo que hicieron Felicitaciones. un abrazo Frutillita

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